10 errores que cometes al lavar tu ropa ciclista

La ropa ciclista de calidad no es barata. Si queremos extender su duración, es muy importante saber conservarla. Aunque son tejidos técnicos, diseñados para resistir las inclemencias del tiempo y un uso prácticamente profesional, tenemos que tener especial cuidado cuando llega el momento de lavarlos, y es que éste es un punto crítico, sin duda el que más contribuye a su desgaste, aunque te parezca lo contrario. En este artículo vamos a repasar los 10 errores más habituales que cometemos al lavar nuestra equipación de ciclismo.

Error #1: lavarla demasiado

Nuestras salidas en bici no tienen la misma duración, ni la misma exigencia, ni hace la misma temperatura. Es muy probable que en salidas cortas, a ritmo tranquilo y con un clima frío, nuestra ropa exterior (guantes, chaqueta, cortavientos…) venga exactamente como se fue. En estos casos, es suficiente con airearla a la sombra y volverla a guardar. Sólo hay una prenda que por higiene y evitar el crecimiento de bacterias y microorganismos te recomendamos lavar siempre: el culotte y la primera capa interior.

Error #2: no lavarla justo al llegar

Una de las peores cosas que puedes hacer con tu equipación ciclista es tirarla de cualquier forma al cesto de la ropa sucia y dejarla ahí hasta que tengas «ropa suficiente» para cargar por completo la lavadora. Los tejidos impregnados de nuestro sudor y humedad, son un caldo de cultivo genial para que las bacterias y microorganismos proliferen y campen a sus anchas. No sólo será más difícil quitar el mal olor a nuestra ropa, si no que todos estos «amigos» se encargarán de consumir poco a poco el tejido, produciendo decoloración y alterando las propiedades de la prenda como sus tratamientos contra la lluvia, por ejemplo. Sabemos que al llegar cansado lo que menos apetece es poner una lavadora, pero si conviertes ésto en una costumbre, tu ropa se conservará mucho mejor. Aprovecha cuando te desvistes y directa a la lavadora mientras te duchas, en otros puntos te explicamos qué lavado tienes que seleccionar y cómo hacerlo.

Error #3: dejar la ropa en remojo

Tan malo es no lavar la ropa al llegar como dejarla en remojo. El agua corriente contiene cloro y dejar el tejido muchas horas en ella provocará que con el tiempo destiña o altere las propiedades del mismo. Si tienes manchas realmente difíciles, puedes poner una pequeña cantidad de detergente neutro sobre ellas antes de introducirlas en la lavadora.

Error #4: usar suavizante, blanqueador o detergente en polvo

Los suavizantes pueden parecerte atractivos, para que la ropa quede más agradable y perfumada, pero en tejidos técnicos es un gran error. Precisamente para dejar esa sensación en las prendas, el suavizante se queda en su interior, alterando sus propiedades. Por ejemplo, puede que de repente la ropa deje de transpirar como se diseñó o que la membrana cortavientos se convierta en un sudario.

Los blanqueadores, lejías, detergentes especiales contra manchas difíciles no están pensados para estos tejidos, siendo muy agresivos y pudiendo originar multitud de problemas. Te desaconsejamos totalmente su uso. Es mejor tener que lavar 2 veces la ropa que usar éstos productos.

El detergente en polvo no se mezcla de forma óptima con el agua, como sí lo hace el detergente líquido. Puede quedar como restos en el tejido, lo que sería nefasto también para nuestra piel, pudiendo irritarla.

Error #5: no darle la vuelta ni cerrar las cremalleras

Quitarnos la ropa y meterla de cualquier manera en la lavadora es algo cómodo y rápido, pero podemos conseguir que las cremalleras rocen el resto de ropa produciendo un efecto peeling o de abrasión. Lo ideal es lavar toda la ropa del revés cerrando perfectamente las cremalleras. De esta forma, la parte exterior de las prendas siempre estará resguardarda y evitaremos su deterioro.

Error #6: cargar a tope la lavadora

Podemos pensar en cargar la lavadora al máximo para «ahorrar» agua y dinero, pero lo que podemos conseguir en realidad, es tener que gastarnos mucho más en comprar nueva equipación ciclista, porque no nos durará ni el año. Adquirir ropa ciclista de calidad es una gran inversión, y hay que cuidarla como merece. Es muy recomendable lavarla por separado del resto de la ropa, de esta forma podremos utilizar el tipo de lavado que te recomendamos en el siguiente punto.

Error #7: usar un lavado normal o intensivo, centrifugar al máximo

Los lavados normales o intensivos están diseñados para cargas de ropa grandes, manchas difíciles y suelen centrifugar la ropa a altas velocidades. Todo eso hará que nuestra delicada ropa ciclista sufra en exceso. Te recomendamos utilizar un lavado de prendas delicadas. Este tipo de lavados son ideales por varias razones:

• los tiempos de lavados son cortos, ideales para prendas que habitualmente, no llevan manchas en exceso, y si las llevan suelen salir de forma fácil por la composición de los tejidos.
• están diseñados para muy poca carga y cantidades de detergente pequeñas, vamos ideal para lo que queremos.
• tienen especial cuidado a la hora de lavar la prenda, dejando que repose más y siendo menos agresivos.
• centrifugan a muy poca velocidad, con lo que evitaremos desgastes por peeling.

Con este tipo de programas de lavado es muy probable que cuando salgas de la ducha ya tengas la ropa lista para tender.

Error #8: usar una gran cantidad de detergente

No hace falta gastar una enorme cantidad de detergente. Con un lavado delicado y corto, debes usar muy poco, como 1/4 del dosificador. Es mejor quedarse corto que pasarse, y comprobarás que la ropa sale perfectamente lavada y sin restos.

Error #9: lavar con agua caliente o muy fría

Es habitual que los fabricantes recomienden no lavar la ropa con agua caliente, pues puede tener efectos tremendos en sus tintes y composición. Por otra parte, tampoco te recomendamos usar «agua fría» si estamos en invierno y las temperaturas son muy bajas, pues dificultará la mezcla del detergente y que eliminar la suciedad. Una temperatura de 20º es ideal para conseguir que la suciedad se desprenda y no alterar la prenda.

Error #10: plancharla o tender la ropa al sol sin darle la vuelta

Hemos llegado aquí siguiendo todo un ritual, y podemos dar al traste con nuestros cuidados si tendemos la ropa la sol o se nos ocurre plancharla. Podemos pensar que le irá bien a la ropa, pues la secara rápido, pero debemos evitarlo, pues su radiación y calor puede descolorar la ropa, algo habitual si nuestros tejidos tienen esos bonitos colores flúor que los fabricantes suelen gastar. Tiende la ropa a la sombra tal y como sale de la lavadora, esto es: al revés. Un truco bueno es utilizar una percha nada más sacar los maillots de la lavadora, de esta forma no quedarán arrugados.

Últimos Test